El 26 de mayo invité a comer en el restaurante del Centro Botín, frente a la bahía de Santander, a una doctora de la costa Oeste de Estados Unidos y a un matrimonio de profesionales londinenses. El 26 de junio espero hacer lo propio con una pareja angloespañola y un profesor norteamericano que imparte clases en Centroeuropa, porque también llegan en el mismo avión. Mientras tanto, acabaré de tramitar lo necesario, en el consulado de Florida, para los encargos de compra de terrenos que nos ha hecho un agente inmobiliario de la costa Este, y en las oficinas de extranjería de Santander, para lo que precisa un caballero de Dublín. A la pareja belga ya les puse en contacto con una entidad bancaria especializada en inversión extranjera. 

¿ Por qué durante estos 30 días estamos tan ocupados con clientes de todas partes del mundo ?  La respuesta es obvia: Cantabria está de moda.  

De estos clientes varios rehabilitarán cabañas pasiegas, otros dos, que preparan su jubilación, les atrae el golf, la gastronomía y el encanto de la conservación de la arquitectura tradicional en localidades que parecen sacadas de un cuento. Y otros vienen solo, o principalmente, por el surf. 

Y todos van a invertir. Uno simplemente buscan un apartamento en la playa que no requiera ninguna inversión más, otro han comprado una parcela junto al campo de golf y contratado con el propio vendedor la construcción de su chalet, otros rehabilitarán las cabañas, alguno las explotará como alojamiento rural, e incluso los belgas abrirán una explotación hortofrutícola ( de paso que también hacen surf ). 

¿ Por qué necesitan asesoramiento de un despacho local ? Porque el derecho es una herramienta de convivencia que todo lo inunda: derecho administrativo ( obtención del NIE ) civil ( pacto de arras y escrituras de transmisión ) hipotecario ( garantías de la financiación e inscripción de las adquisiciones, algunas por primera inmatriculación ) urbanístico ( licencias y usos del suelo ) mercantil ( constitución de sociedades para la explotación hortofrutícola y para los alojamientos turísticos ) y fiscal ( condición suspensiva del pago de la compra de la parcela a edificar, IVA de la construcción, ITPAJD del resto, altas censales, etc. ) son solo algunos ejemplos de todo el asesoramiento que los inversores extranjeros precisan y que – si además se les presta en su idioma – les proporciona exactamente lo que buscan: alguien en quien confiar. 

Por supuesto, a quienes mejor se entiende es a los belgas, que son los únicos que hablan en inglés aprendido y no nativo, pero con ninguno hay barreras que no venza la ilusión con la que llegan a esta bendita tierra. Solo hay que ser pacientes, agradecidos y hospitalarios. En cuanto prueban el tomate de Isla, una lubina a la sal y un blanco de la tierra, saben que han encontrado un nuevo hogar. Y cuando alzan la vista del plato lo que ven a su alrededor es su personal tierra prometida. Their own promised land.